Las prácticas son parte de nuestras vidas. Siempre estamos realizando alguna práctica. Escribir es una práctica, lavar los platos es una práctica, abrazar a un hijo es una práctica, conversar es una práctica. Es decir, una experiencia. Sin embargo no nos damos cuenta de que en cada experiencia que vivimos, momento a momento estamos presentes en cuatro aspectos esenciales de nuestro ser; Cuerpo, Mente, Alma y Espíritu. Vivimos en una separación constante de estos aspectos esenciales, desconectados de nosotros mismos y por lo tanto de los demás y de todo lo que es nuestro Universo.
La Práctica de Vida Integral tiene como propósito ejercitar, desarrollar prácticas integradoras en estos aspectos utilizando primero como base el mapa de los 4 cuadrantes del Modelo Integral de Wilber : el “yo” (el interior del individuo), el “ello” (el exterior del individuo), el “nosotros” (el interior de mi yo relacionándose con otros, ) y el “ellos” (el exterior de nosotros ). Y también los otros elementos del mismo modelo, como son las líneas y los tipos de desarrollo, los estados y los niveles de conciencia.
Por experiencia sé que esto lleva a una profundidad de conciencia que devela la belleza, la bondad y la verdad de este y cada momento. Conduce a mayores capacidades de acción desde el cuerpo, la mente, y el alma, abriendo nuevas maneras de vivir y estar en el mundo. No es para ser más perfectos, sino para transformarse en quien ya somos. Es una transformación y crecimiento en todas las dimensiones de nuestro ser genuinamente universal.